No estamos bien. El planeta está enfermo (es algo que ya nadie puede negar). Atravesamos una crisis global, o quizá el agudizamiento de la que ya traíamos, de imprevisibles consecuencias. El mundo no se rige por el bienestar y la felicidad sino por la búsqueda del rendimiento y el enriquecimiento rápido.
Pero la solución y la respuesta se encuentra en cada uno de nosotros. El mundo despierta y crece la conciencia de los individuos para que las cosas cambien. Los Estados no nos representan, movidos y subyugados por motivos e intereses principalmente económicos, y ha llegado la hora de que la sociedad civil se mueva.
Necesitamos el compromiso personal para reflexionar, actuar de manera justa, dejar de ser un número, elevar a la máxima potencia nuestra inteligencia e ingenio, y buscar el coraje para hacer todas estas cosas.
A veces tienes la sensación de no saber hacia dónde vas, de perder el rumbo. Quizá sea bueno perderlo del todo y renunciar a tener esa visión global. Empecemos por las cosas y la gente que nos rodea.
En el día a día...qué voy a comprar (ecológico o no), por qué voy a comprarlo (necesidad o impulso), dónde lo compro / a quién afecta.
Y todos los días...qué puedo hacer por los demás (mi padre, mi planeta), por qué voy a ayudar, dónde actúo / a quién afecta.
Cosas que pueden parecer abstractas. Hagámoslas concretas:
El próximo 5 de junio visita a la "laguna del aceite" en Arganda. Para conocer, denunciar y ayudar a la solución del problema, con nuestros amigos de ARBA, El soto, GRAMA, Jarama Vivo, Globalízate y Ecologistas en acción.